Preparación Física y Mental de los Árbitros

La preparación física y mental de un Árbitro, para dirigir un partido de Fútbol, pasa por muchas etapas, desde sus inicios en categorías menores en donde aprende la aplicación del reglamento, hasta cuando alcanza la máxima categoría y los niveles de exigencia, aumentan, no sólo, en su fortaleza mental, producto de la experiencia adquirida,  sino también en su rendimiento físico, para poder estar alineado con la velocidad, a la cual se juega hoy día.

Ahora bien, si partimos de estudios comprobados, que demuestran que en un partido un Juez Principal, puede correr promedio entre 11 a 12 kilómetros, si le agregamos los sprints o piques, que alcanzan un promedio entre 25 y 30 veces por partido, más la cantidad de veces que tiene que correr de espalda o de manera lateral, entenderemos que el desgaste físico, es muy alto y para ello, las Comisiones Arbitrales, hacen cumplir a sus afiliados, un estricto programa de preparación física, en el cual el nivel de exigencia no se detiene, pasando a ser una constante, los cuales son revisados ya no sólo trimestralmente, sino que existen planes de trabajo, para alcanzar metas mensuales, producto de una programación semanal, evaluando las cargas y cualidades físicas, que se manifiestan en un partido tales como: capacidad de aceleración, velocidad, agilidad, resistencia, entre otras; para ir aumentando la intensidad progresivamente, con la intención de mantener durante toda una temporada una óptima condición física, llegando en algunos casos,  a ser catalogados como Atletas de Alta Competencia.

En este orden de ideas, es válido destacar, que un juego no sólo es preparación y condición física, también debemos incluir la fortaleza mental y la estrategia, que se debe tener para enfrentar los encuentros, en este sentido, el punto pivote y del cual parte todo árbitro, para el análisis de un partido, es la lectura previa que tiene que hacerse del juego, es decir, estudiar las tácticas y estrategias de los equipos a dirigir, el comportamiento de determinados jugadores, como se despliegan desde el punto de vista de su táctica de juego, cuales son los jugadores referentes, cuales son los habilidosos; si los ataques son en pases para realizar jugadas individuales o jugadas en bloque cercanas o dentro del área, el manejo del contragolpe, son entre otras, algunas de las acciones del partido, que permiten plantear un esquema prediseñado de trabajo, el cual va a facilitar los tiempos y capacidades de respuesta en las diferentes jugadas, que se presenten a lo largo del cotejo. Es por ello, que para mantenerse en los altos niveles, que exige este deporte, la preparación táctica, es un tema discutido ampliamente y ya ningún Árbitro, llega “ciego” a un juego, es decir, sin conocer a los contrincantes en su base táctica y estratégica; tanto así que para los diferentes campeonatos organizados por FIFA y la UEFA, la Comisión de Árbitros, ha decidido apoyarse en Directores Técnicos, avalados por la FIFA, para que ayuden a los Árbitros participantes, a entender la ubicación en el campo, la táctica de juego de los equipos, entre otros detalles.

Si a lo anteriormente expuesto, se le agrega la responsabilidad de supervisar la aplicación de las reglas del juego y controlar no sólo a los 22 jugadores, sino también a los de la banca, a los DT y sus ayudantes y por supuesto si a ese coctel, le agregamos un público vehemente, la pregunta a todo esto es   Â¿Por qué un ser humano escoge ser Árbitro de Fútbol?. Les respondo, esta es una carrera en la cual hay que tener Vocación, para dedicarse a ella, si, así como los Maestros y los Religiosos, entre otros, aunque en esta, sólo quedan satisfacciones personales, porque tal como dijo una vez el periodista Martín Ainstein: “Los Árbitros son culpables de todo, Ídolos de nadie”.

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